Álvaro Bernardo Reyes Cruz y Federico Cruz Morales, presidente y secretario del Consejo de Vigilancia de la comunidad de San Miguel Cajonos, municipio de San Francisco Cajonos, Villa Alta, Oaxaca, fueron desaparecidos el 27 de diciembre de 2017 y hasta la fecha no hay indicios de su paradero. Familiares de las víctimas denuncian nulos avances en la investigación y piden que las autoridades atiendan su caso, pues comentan que por ser comunidades indígenas no han sido escuchados ni valorados.
“Nosotros, que somos comunidades zapotecas, que somos más vulnerables, que piensan que detrás de esas montañas no existimos, que no valemos y que no tenemos voz, les decimos que no es así. Tenemos un corazón y estamos tristes, pero vamos a seguir luchando hasta saber dónde están y no sólo exigimos por uno o dos de los nuestros, sino por miles de desaparecidos que hay en el país”, dice Abigail Cruz, hija de Federico Cruz, uno de los hombres desaparecidos.
Arturo Ortega afirma que desde hace mucho tiempo las autoridades tienen conocimiento de la situación: la Fiscalía de Oaxaca, al igual que la Secretaría de Gobernación (Segob) del Gobierno federal y la Procuraduría General de la República (PGR), “pero después de un año no hay ninguna información, ni sabemos en qué situación se encuentran nuestros familiares”.
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