Hay prácticas sistemáticas que, por sus métodos y consecuencias, deberían ser consideradas como prioritarias en la estrategia de pacificación del país. No es mera coincidencia que en Coahuila la extracción ilegal de agua y la fracturación hidráulica, mejor conocida como fracking, sucedan en zonas en las que paralelamente se incrementó la explotación de yacimientos de gas shale.
Vale la pena sumar a este ejercicio de Mastrogiovianni un dato adicional que también es concurrente: la ruta del acuífero Allende-Piedras Negras. El conflicto se podría agudizar con la disputa por este acuífero, ya que por su ubicación en plena zona fronteriza México-Estados Unidos, los terrenos tienen categoría de mantos transfronterizos. Esto, en un contexto de nula normatividad sobre la explotación del agua, generará enormes problemas comunitarios y jaloneos entre propietarios de la tierra y empresarios, por no mencionar los conflictos que con nuestro vecino país del norte se pueden desatar.