A regañadientes, policías ministeriales y encargados de Servicios Periciales de Veracruz, permitieron el acceso a representantes de colectivos de desaparecidos a la megafosa localizada en el pueblo pesquero de Veracruz, en el poblado de Arbolillo, localizado en este municipio.
Con 190 cráneos extraídos y cientos de restos óseos recolectados, familiares de desaparecidos se hicieron acompañar de la prensa para presionar a la Fiscalía General del Estado (FGE) a que les permitiera el acceso a la zona de manglares y de dunas, donde forenses han sacado decenas de cuerpos.
Tras una primera negativa de que “no podían pasar”, familiares de desaparecidos recriminaron la opacidad y nula transparencia en los trabajos de exhumación, Victoria Delgadillo y María Elena Gutiérrez fustigaron que a 12 días de dada a conocer la fosa, se les había negado información sobre los restos hallados en esta región del Sotavento de Veracruz.
Luego de media hora de reclamos y evasivas, el director de Servicios Periciales, Mario Valencia, recibió autorización gubernamental de permitir el “acceso por grupos” a familiares de desaparecidos, con la consigna de que no podrían entrar con celulares, ni tampoco con prensa, o con integrantes de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), ni de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV).
Durante el recorrido, familiares de desaparecidos -representantes de diez colectivos- fueron escoltados por una veintena de policías ministeriales.
*Con información e imagen de Proceso