Se ha cumplido un año más desde la desaparición forzada de Rosendo Radilla Pacheco a manos de militares en un retén en la carretera federal de Zihuatanejo, Guerrero. Se suman 44 años de búsqueda incansable por parte de su familia; 44 años de dolor transformado en digna lucha, en empatía hacia otras familias que, desde la denominada “Guerra Sucia” comparte este horror producto de políticos de Estado. Ese Estado que ha ponderado intereses políticos y económicos antes que la dignidad, vida y bienestar de la sociedad.
Finalmente, el 23 de noviembre de 2009 la Corte Interamericana concedió la razón a la familia Radilla Martínez al emitir una sentencia condenatoria contra México por diversas violaciones a sus derechos humanos. Además señaló al Ejército como responsable de la desaparición forzada de Rosendo Radilla Pacheco, encomendando diversas medidas de reparación a favor de la familia.
Este año, en un intento más por alcanzar la justicia, se presentaron dos diversos amparos para exigir a la autoridad encargada de la investigación que citará a declarar a los responsables que sigan con vida, entre ellos al expresidente Luis Echeverría, en su calidad de jefe de las fuerzas armadas en el año de la desaparición de Rosendo Radilla (amparo indirecto 47/2018).
También, como parte de los amparos presentados, se pidió obligar a las autoridades a realizar acciones inmediatas a favor de la búsqueda efectiva de Rosendo Radilla (amparo indirecto 565/2018). Como resultado, se logró la declaración del expresidente Luis Echeverría, pero continúa siendo insuficiente para la plena identificación y determinación de los responsables, labor que sigue sin cumplir la autoridad ministerial. Tampoco se ha logrado conocer el paradero de Rosendo Radilla.