A unas horas de terminar su mandato como Alto Comisionado de la ONU para Derechos Humanos, Zeid Ra’ad al Hussein consideró que en tanto no se conozca de manera irrefutable lo sucedido en la noche trágica de Iguala ni haya rendición de cuentas por la desaparición forzada de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, el caso “permanecerá como una herida abierta en la mente de los mexicanos” y como una de las “asignaturas pendientes más acuciantes del gobierno de Enrique Peña Nieto”.
En la última entrevista concedida a un medio mexicano antes de dejar su puesto en la ONU, Zeid dice a Proceso: “Cuando fui a México, era claro para mí que, si las autoridades mexicanas en conjunto con la comunidad internacional no podían resolver el rompecabezas de Ayotzinapa como un ejemplo de lo que estaba pasando en el país, éste seguiría sufriendo situaciones similares y recurrentes.
“La expresión de preocupación pública sobre el caso Iguala y la falta de respuestas sobre lo que sucedió a los 43 son interrogantes que siguen encendidas en la mente de muchos. Y si no hay responsabilidad por uno de los episodios más severos que hemos visto en México en el pasado reciente, estas condiciones persistirán.”
Recuerda que uno de los momentos más difíciles de su mencionada visita al país, en 2015, fue su encuentro con los padres y familiares de los 43 estudiantes, cuyo profundo dolor percibió. “Lo que más quisiéramos es ver justicia para ellos”, expresa.
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