Ayer, la organización México Evalúa presentó su nuevo reporte de seguimiento y evaluación del sistema de justicia penal en México. Es una gran radiografía de cómo va funcionando el nuevo sistema, buenas y malas prácticas, avances y desastres.
Un dato entre los muchos del informe me llamó la atención. En el nuevo sistema, los ministerios públicos han encontrado la manera de hacer lo mismo que en el viejo sistema. Colapsados, sin herramientas ni presupuesto, sobrepasados, lo más sencillo con una denuncia era mandarlo a “la reserva”, donde moría para siempre.
El nuevo sistema cambió la figura, se llama archivo “temporal”. El nuevo sistema otorga a los ministerios públicos la facultad de archivar un asunto durante la investigación inicial cuando no haya suficientes datos o elementos que puedan servir para establecer líneas de investigación para el esclarecimiento de los hechos. Se trata de una decisión temporal, pues implica únicamente “ponerle pausa” a la investigación. Pues ahora, ahí se manda todo lo que nunca se resuelve. Lo temporal se vuelve permanente, como la impunidad.