El contundente triunfo de Andrés Manuel López Obrador como próximo presidente de la República y los candidatos de Morena al Congreso de la Unión modifican los tiempos, modos y aspiraciones de los mexicanos, incluidos los pueblos indígenas y sus derechos.
Otro caso es el de los derechos a reconocer. Uno de ellos, central, los territorios y los recursos naturales en ellos existentes. No basta con reconocerlos, hay que crear los instrumentos para hacerlos valer y la instancia gubernamental obligada a velar por que se cumplan. ¿Se va a modificar la Sedatu para darle facultades de reconocer los derechos territoriales? Lo mismo se puede decir de los recursos genéticos y los derechos de identidad cultural. ¿Se van a transformar la Sagarpa y la Secretaría de Cultura? Si no se van a modificar estas instituciones, ¿quién lo hará y bajo qué mecanismos? ¿Qué se va a hacer con las instancias culturales que ya existen pero sus funciones no están a la altura de las necesidades y demandas de los pueblos indígenas, como el Inali, las universidades interculturales y la dirección de educación indígena? Como dije, no basta crear una secretaría, es necesaria una reingeniería en todo el Estado.
Cambio es cambio. No vamos a seguir con lo mismo. La gente votó por un cambio y el gobierno no puede estar ensimismado
, ha dicho López Obrador. Ojalá y su equipo de trabajo sobre pueblos indígenas piense lo mismo y, sobre todo, encuentre otras ventanas para mirar la realidad y maneras distintas de hacer política.