En el patio principal de la Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos” conviven desde hace cuatro años 49 rostros: los de aquellos que los alumnos consideran los tres pensadores y filósofos por excelencia: Karl Marx, Lenin y Federico Engels: los que llaman los tres grandes luchadores sociales: El CheGuevara, ‘El profesor’ Lucio Cabañas y Genaro Vázquez, y los 43 estudiantes de Ayotzinapa que aún faltan.
Hoy, aquellos 43 rostros estarán presentes en la graduación de la generación a la que pertenecieron, aquella en la que iniciaron 140 jóvenes y que sólo 73 pudieron concluir. Que ellos falten hoy pesa más para aquella escuela de 92 años de historia que sigue herida hasta encontrarlos con vida.
No hemos dejado de pensar en los 43. Cientos los extrañan en casa, millones más los extrañamos porque en este país puede ser cualquiera, porque todas las generaciones nos sentimos indefensas y porque el Estado ha sido incapaz de darnos la certeza de que regresaremos a casa.
Pienso en la verdad histórica, la que nos contó Murillo Karam y que ha sido derrumbada hasta el cansancio por tantas voces expertas y la petición de una Comisión de La Verdad que dé a las familias, al país y al mundo, una respuesta de dónde están esos que hoy debieran lanzar birretes y que dejaron vacíos esos pupitres naranjas.
Ayotzinapa es también oportunidad, una que cada año aprovechan los jóvenes más pobres, hijos de campesinos de distintos estados del país, quienes sólo ahí pueden encontrar una forma de hacer una carrera y ganarse la vida.
Y aún con cuatro años de una herida sangrante que hoy tiene 43 sillas vacías, y a unos padres que no se cansan de exigir justicia, esta generación cree en el futuro, en su futuro, no porque algún candidato se los prometió, sino porque han aprendido a forjárselos solos, porque se lo ganaron y se lo han arrebatado a la historia, porque son libres y están aquí. Y es que, ¿qué podría detener a 73 estudiantes que han podido cumplir esta meta luchando contra la impunidad, la desaparición, el olvido de las autoridades, la indiferencia de los pueblos y el dolor de a quien le arrancan 43?