La Reforma Energética, impulsada por el Gobierno de Enrique Peña Nieto (2012-2018), se concretó en varios proyectos extractivos y de infraestructura, entre ellos 13 gasoductos. No han traído el desarrollo prometido, pero con sus pesadas y extensas obras han encajado inquietud en los pueblos originarios.
En la sierra hidalguense y la sierra norte de Puebla, contra toda previsión, los pobladores otomíes, nahuas y totonacos han detenido, al menos por unos meses, el paso del gasoducto Tula-Tuxpan, obra de la empresa TransCanada que busca llevar gas natural entre los estados de Veracruz, Puebla, Hidalgo y Estado de México a través de un tubo de 91 centímetros de diámetro que amenaza manantiales y cerros ceremoniales y la vida de 260 mil personas.
*Con información y video de Sin Embargo