Ha transcurrido un año y al gobierno que ya se despide no le ha preocupado en nada ni restaurar esta relación ni avanzar en la investigación del espionaje gubernamental que atenta contra la libertad de expresión. A la fecha, CitizenLab ha conseguido más de un centenar de expedientes en los que se comprueba igual número de intentos que 20 periodistas, activistas, defensores de derechos humanos, fueron espiados a través de la infección de sus dispositivos con el malware Pegasus.
La comunidad internacional se ha pronunciado al respecto y en al menos dos ocasiones el escándalo del #GobiernoEspía ocupó la portada del diario The New York Times. Nada logró que hubiera voluntad política para que un gobierno desacreditado e inundado con escándalos de corrupción y violaciones a derechos humanos, se atreviera a dejar de simular indagatorias y pusiera responsables bajo proceso.
¿De verdad no nos hemos cansado de exigirle a gritos a un gobierno sordo?
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