Desde que los pueblos tepehuano y wixárika de San Lorenzo de Azqueltán, municipio de Villa Guerrero, Jalisco, iniciaron los trámites para que les fueran devueltas 38 mil 240 hectáreas tierras ancestrales en 2015, han sido víctimas de hostigamiento y violencia por el gobierno municipal y pequeños propietarios, informó la misión de observación de derechos humanos, integrada por observadores de la Red Todos los Derechos para Todas y Todos (Red TDT) y la Comisión Estatal de los Derechos Humanos Jalisco (CEDHJ).
El secretario ejecutivo de la Red TDT, Fernando Ríos Martínez, señaló que el conflicto entre comuneros tepehuanos y wixárikas con pequeños propietarios está creciendo y puede tener consecuencias trágicas.
La asesora de la comunidad de San Lorenzo de Azqueltán, Quetzal Prado, explicó que tepehuanos y wixárikas reclaman juntos que se haga valer el título de la corona española de 1733 que les reconoce 38 mil hectáreas de tierra, documento que fue declarado auténtico por el Gobierno de México en 1954. También criticó que las autoridades no se han esforzado por darle certeza jurídica a los comuneros.
“El trasfondo de esto es un problema agrario. Los pueblos con inseguridad jurídica sobre sus tierras padecen más violaciones a los derechos humanos, porque el hecho de que no tengan un documento para acreditar su propiedad, no les da derecho a programas gubernamentales ni autorización para explotar sus propios recursos”, añadió.
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