Una de cada tres madres entre 15 y 55 años es madre soltera. Más de ocho millones se hacen cargo simultáneamente de la economía de su hogar y de la educación de sus hijos y la mitad de ellas vive en pobreza o pobreza extrema. Ser madre en México tiene poco que ver con la ilusión de la familia perfecta de papá, mamá e hijos. Por lo mismo, la tasa de fecundidad se ha reducido significativamente: en 1960 el promedio de hijos que tenía una madre eran siete; hoy es poco más de dos y la mitad de las madres actuales de entre 20 y 30 años solo tiene un hijo.
En México hay 32 mil personas desaparecidas y el mismo número de madres que buscan a sus hijos, 32 mil madres que no conocen el sueño, que todos los días se enfrentan al desprecio de la burocracia, a la criminalización de sus hijos, a las puertas que se cierran en sus narices, que todos los días frente al espejo se preguntan si pudieron haber hecho algo distinto para salvar a sus hijos porque todos los días reciben un sutil, y a veces no tan sutil, señalamiento de autoridades y vecinos que ellas son las responsables de la desaparición de sus hijos.
*Lea el artículo en El Informador