La noche del 25 de abril en el pleno del Senado de la República, con 60 votos a favor, 46 en contra y una abstención, los y las senadoras hicieron historia: los legisladores comprometieron gravemente la libertad de expresión al aprobar la Ley General de Comunicación Social sin tomar en cuenta que una democracia, en particular su poder legislativo, debe resguardar los derechos humanos. Esta ley que supuestamente “regulará” la publicidad oficial en realidad legaliza las malas prácticas que contribuyen a la cooptación de medios y la protección de intereses particulares.
La simulación legislativa en la que incurrieron ambas Cámaras es una clara muestra de la brecha que existe en esta democracia donde la promoción y protección de derechos humanos no están en la agenda política de la mayoría de las y los legisladores. No es un tema ajeno para esta sociedad, pero el cinismo y la hipocresía de quienes impulsan agendas propias ha alcanzado niveles graves que exponen abiertamente nuestros derechos y libertades a costa de un beneficio que como sociedad no podremos gozar.
Se perdió una batalla, pero la pelea aún no termina. ARTICLE 19 tiene la posibilidad de acudir a tribunales para impugnar el supuesto cumplimiento de la sentencia. Como parte quejosa es nuestro derecho, debido a que las constantes violaciones a derechos que denunciamos, mediante el amparo interpuesto en el 2014, continuarán a través de esta ley. La sentencia se tiene por no cumplida.
*Lea el artículo completo en Animal Político