Decenas de migrantes centroamericanos que llegaron a la frontera sur de Estados Unidos habían decidido entregarse a las autoridades y pedir asilo el domingo, en un desafío directo al gobierno del presidente Donald Trump.
Pero las autoridades de inmigración de Estados Unidos anunciaron que el cruce de San Diego ya estaba ocupado a su máxima capacidad.
Casi 200 migrantes, muchos de los cuales viajan con niños, habían decidido solicitar asilo en el cruce de San Diego debido a que huyen de sus países por miedo a la violencia, dijeron los organizadores de la caravana. El grupo de migrantes llamó la atención después que Trump y su gabinete lo describieron como una amenaza para Estados Unidos.
*Con información e imagen de El Diario