Uno de los importantes cambios que trajo la Reforma Energética de este sexenio fue la creación de la Agencia Nacional de Seguridad Industrial y Protección al Medio Ambiente del Sector Hidrocarburos (ASEA). Al establecer esta nueva entidad se sacó de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat)[1] y de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) todo lo que tuviera que ver con el sector hidrocarburos en materia ambiental que antes era de su competencia. ¿Y a todo esto por qué? Es una buena pregunta. Todo indica que el objetivo principal fue la simplificación administrativa para las empresas del sector.
Al mismo tiempo que nació la ASEA hace tres años apareció también una fuga en el ejido Emiliano Zapata del municipio de Papantla en Veracruz. Esta fuga contamina un arroyo que alimenta al río Tecolutla del cual saca agua para consumo doméstico el municipio de Papantla. La población local ha recorrido autoridades y empresas sin lograr siquiera que determinen el origen de la fuga. Han recurrido a Pemex, Profepa, Oleo Rey (empresa operando en la cercanía), pero la respuesta más inverosímil la recibieron precisamente de la ASEA. Esta agencia le dijo a la población que no podían denunciar el derrame. Les informó que ¡son solo los regulados los que pueden denunciarlo!
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