Habrá que prestar atención a la intensidad con que está trabajando la Comisión Nacional de Hidrocarburos, justo en los meses previos a las elecciones, también a la evidente campaña de prensa que está en curso para advertir no sólo las bondades financieras que la reforma energética traerá al país, sino la insistencia en el despropósito, señalan, que implicaría cualquier modificación en este ámbito.
Queda claro que gane quien gane la Presidencia de la República, con gusto o a disgusto, estará atado a los compromisos firmados con vigencia por varias décadas. Aun en la remota hipótesis de una reforma constitucional y legal, operaría el principio de no retroactividad y las empresas como la Shell y Chevron tienen amplia experiencia en la defensa de sus inversiones.