Inquieto, expectante desde Santa Martha Acatitla, Sergio Sánchez Arellano espera la resolución del Noveno Tribunal Colegiado en Materia Penal que en los próximos minutos deberá dar cumplimento a la resolución de la Suprema Corte sobre su caso.
REFORMA documentó en octubre pasado la historia de Sergio. Un indígena mazahua vendedor de dulces sentenciado a 27 años de prisión por homicidio calificado, sin más prueba que el dicho de una única testigo.
«Pido a los magistrados que hagan caso a la Corte, que me liberen porque soy inocente», comenta.
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