Los académicos deben lidiar con los reclamos y las suspicacias de actores estatales que recelan de las razones que mueven a sus críticas. El cuestionamiento común indaga en nombre de quién se emiten las críticas. En realidad, la insidia no busca una respuesta, lo que pretende es sembrar una sospecha.
En estos días he emitido una opinión crítica sobre el proyecto de Ley de Seguridad Interior y sobre algunas sentencias del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. En ambos casos lo hago a nombre de eso que se conoce como “mis convicciones personales” sobre temas de indiscutible relevancia nacional.
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