De pronto un silencio corto enmudeció al otro lado de la bocina del teléfono, Graciela respiró, tomó aire, contuvo el llanto y dijo: “fue un momento muy doloroso”. Se refiere al día que se enteró que, este año, recibiría el premio Human Rights Tulip 2017, entregado por el gobierno de Holanda, por su labor en la mejora de los métodos de búsqueda de personas desaparecidas en Tamaulipas.
“Es un reconocimiento que no debería existir, porque no debería existir la desaparición”, dijo en entrevista con Animal Político, esta “buscadora empírica”, como se autonombra Graciela Pérez Rodríguez. “Ni siquiera estamos pidiendo justicia, sólo estamos tratando de encontrarlos a ellos, todavía ni siquiera hablamos de justicia, entonces sí el premio nos ayuda para encontrarlos, nos va a ayudar a visibilizar el problema, pero sigue siendo muy doloroso”.