
Los grupos del crimen organizado en México aprovechan la situación de aislamiento y pobreza en que viven algunas comunidades indígenas para tomar sus tierras como terreno de cultivo de drogas, así como para reclutar forzadamente a niños en la cadena de producción y distribución de estupefacientes, advirtió la relatora especial de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas, Victoria Tauli-Corpuz.
En entrevista tras realizar una visita de trabajo de 10 días el país, la funcionaria de las Naciones Unidas advirtió que los cárteles de droga llegan a las comunidades lejanas y las obligan a cultivar productos como marihuana o amapola. “Se ven forzados, porque si no lo hacen, se exponen a tratos brutales”.
“El gobierno tiene la responsabilidad de realmente asegurar que el crimen organizado sea detenido y sacado de las comunidades indígenas”; sin embargo, advierte dificultades para que ello se concrete debido a la colusión que, en ocasiones, existe entre las autoridades, policías y la delincuencia organizada.