Una cosa es lo que decreta el México oficial y una muy otra la que hacen valer los pueblos con su lucha. Utilizando los pequeños resquicios legales que aún quedan no sólo se oponen al despojo sino que, incluso, en algunas regiones han pasado a la ofensiva para recuperar sus territorios.
Así lo hace, en el norte de Jalisco, la comunidad wixaritari de Wuaut+a-Kuruxi Manuwe (San Sebastián Teponahuaxtlán y Tuxpan de Bolaños), ubicada en el municipio de Mezquitic. A lo largo de los años han tocado, una y otra vez, la puerta de las instituciones gubernamentales para exigir justicia. Han asistido a las más diversas reuniones en Tepic, Guadalajara y Ciudad de México. Y, cansados de esperar, han tomado calles y recuperado, por la vía de los hechos, predios que les pertenecen. Lejos de encontrar una solución al conflicto, las autoridades gubernamentales les dan largas. Muchas de ellas juegan sus cartas en favor de los pequeños
propietarios.
Ante la fallida ejecución de una sentencia de restitución de tierras, el Tribunal Agrario de Tepic ordenó de nuevo hacer valer la sentencia a las 10 horas del próximo 20 de octubre. Decididos a no dejarse burlar, los wixaritari se encuentran en asamblea permanente. El clima de tensión existente en la zona y el peligro de violencia aconsejarían que, en esta ocasión, las autoridades efectivamente tomaran cartas en el asunto, ofrezcan garantías de seguridad y ejecuten la sentencia.
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