Es ese coraje, esa voluntad de transformar, esas ganas de exigir lo que es nuestro derecho lo que debe impulsarnos ahora para retomar aquellos temas que 7.1 grados de magnitud pusieron en pausa, pero que no han quedado en el olvido, sino que ahora se harán más presentes.
Porque no olvidamos que este país solidario se merece una Fiscalía fuerte, autónoma, porque no basta con que los partidos crean que nos hacen un favor negociando un pase automático, porque no es suficiente quitar a una persona, si no tenemos la certeza de que quien llegue esté comprometido con investigaciones independientes que combatan la corrupción que nos aplasta. Porque no olvidamos que aún se necesita una #FiscalíaQueSirva.
Este sismo no nos hizo olvidar que aún hay 43 padres que buscan a sus hijos desde hace 36 meses, ni olvidamos que 15 personas ejecutadas extrajudicialmente en Tlatlaya no han recibido justicia ni sus familias respuestas.
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