Las autoridades y los dueños de la fábrica colapsada en la colonia Obrera insisten en que ya es momento de que entre maquinaria para retirar los escombros, lo que confirmaría que ya no queda ninguna persona viva. “Nosotros no permitiremos que entre ninguna máquina hasta que la última mujer haya sido encontrada”, aseguró la mujer.
Tras el sismo del pasado 19 de septiembre, la fábrica de textiles se derrumbó con aproximadamente una centena de costureras dentro, de entre ellas muchas mujeres chinas y centroamericanas indocumentadas. “La brigada feminista ha buscado una lista de las trabajadoras del turno con la administración de la fábrica, los bomberos y protección civil”, pero no reciben respuesta.
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