Como una encomienda del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) y el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, un grupo de 15 especialistas, de diferentes ramos del conocimiento, se dio a la tarea de aplicar para este caso mexicano métodos y prácticas de investigación que han aplicado en investigaciones de otros graves casos de violaciones a derechos humanos y crímenes de Estado registrados en otras partes del mundo. El resultado es impresionante.
La arquitectura forense se convierte en una poderosa herramienta para investigar casos que involucran situaciones extremas de violación a derechos fundamentales por parte de agentes del Estado y/o grupos criminales como claramente es el caso Ayotzinapa.
Para darnos una idea: el caso Ayotzinapa está contenido en aproximadamente 400 volúmenes de mil páginas cada uno. Un universo indigerible aun para los más avezados en la investigación criminal. Por eso es oro molido contar hoy con todos estos elementos que deben servir a ciudadanos de a pie; a ministerios públicos; jueces; periodistas e investigadores. Nadie debería estar exento de ver esto, si es que de veras queremos medir y entender la dimensión del Caso Ayotzinapa.
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