Las activistas y abogadas de diferentes organizaciones, como el Instituto de Investigación y Estudios para la Atención de la Violencia hacia Niños, Niñas y Adolescentes y el Centro de Apoyo a la mujer (CAM) aseguraron que la actuación de los jueces en materia familiar obstaculiza el acceso a la justicia a las y los niños, como en el caso de los hijos de Mireya Agraz Cortés, que tomó la decisión de quitarles la vida después de que se otorgó la custodia a su ex pareja, quien constantemente abusaba de ellos.
“Mireya y sus tres hijos están muertos por resoluciones como las de la juez de este tribunal. El caso de Mireya es representativo, pues como ella hay cientos de casos. Los jueces no les creen a los niños, no juzgan con perspectiva de género porque ante denuncias de violencia señalan a las mujeres como mantenidas, que aconsejan a sus hijos por dinero”, aseveraron.