Cientos de personas marcharon ayer en el sur de Texas hacia el río Bravo para oponerse al muro que el gobierno del presidente Donald Trump quiere construir en el torrente que delimita parte de la frontera con México. Fue la primera protesta de importancia en el estado contra los planes de la obra.
Los y las manifestantes cruzaron el sábado el terraplén río Grande, donde el gobierno federal quiere construir parte de las primeras secciones del muro. Cientos de pastores, agricultores y activistas, así como decenas de grupos defensores y defensoras de varias causas se unieron a la protesta.
*Con información e imagen de La Jornada