Con más de 2.000 homicidios, el mes de mayo fue el más violento en México de los últimos 20 años. Los tiroteos, antes limitados a la deprimida colonia Bonfill, se viven ya a plena luz del día en medio de ciudad de Cancún, por lo que los agentes acostumbrados a poner multas y detener borrachos pasan a enfrentar una guerra entre cárteles.
El periódico Novedades, el más importante de Quintana Roo, demostró como el día del tiroteo en el Blue Parrot la policía recibió la orden de no presentarse en el lugar. «Se celebraba un concierto tecno de prestigio internacional y no había ni un agente vigilando el evento. La policía recibió la orden de no acudir porque ya sabían lo que iba a pasar. Hay inacción y complicidad de las policías. El Ayuntamiento de Cancún ha tenido tres secretarios de Seguridad en nueve meses» señaló en su despacho Cesar Muñoz, director del diario.
Después de varias amenazas Muñoz admite que su periódico ha dejado de investigar y se limita a informar de los sucesos. Dos reporteros han dejado el periódico y están resguardados en un lugar seguro. «Los periódicos sufrimos una doble presión. Por un lado la del crimen organizado y por otro la del sector turístico al que no le gusta que publiquemos estas noticias. Nuestros periódicos ya no entran a los hoteles…». Antes de terminar la frase, el director abre el cajón de su escritorio y muestra un trozo de tela mal escrito; «Ya bájenle a sus chingaderas si no quieren acabar como todos… Atte: CJNG» dice la última narcomanta que el crimen organizado dejó en la puerta del periódico.