El 26 de junio de cada año desde 1988, la Asamblea General de las Naciones Unidas celebra el Día Internacional de la Lucha contra el Uso Indebido y Tráfico Ilícito de Drogas “para reforzar la acción y la cooperación con el fin de alcanzar una sociedad libre del consumo de drogas”. En este día, los gobiernos de todo el mundo aprovechan para anunciar políticas de drogas cada vez más represivas y en algunos países, donde es legal la pena de muerte para delitos con drogas, han realizado ejecuciones de personas acusadas por estos delitos. Es el día en que los Estados celebran su guerra contra las drogas, se aplauden a sí mismos y nos anuncian el siguiente paso con el que continuarán dañando a nuestras comunidades.
Hasta hoy, a pesar de haber incorporado una perspectiva más progresista en su discurso, el Estado mexicano continúa castigando a las personas usuarias y minando sus redes de apoyo. Es momento de diseñar e implementar (con la voluntad política y el financiamiento necesario) políticas de drogas que realmente cumplan con el compromiso de no criminalizar a las personas usuarias de drogas en nuestro país, pero también de ofrecerles servicios de salud de calidad con perspectiva de reducción de riesgos y daños, género y derechos humanos.
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