Para Alejandro, Alexandra, Carlos, Carmen, Daniel, Emilio, Juan, Luis, Mario, Rafael, Salvador, Santiago, Sebastián, Simón y Stephanie, con mi reconocimiento y solidaridad.
Al Gobierno de México se le acumulan evidencias de delitos contra sus propios ciudadanos.
El caso desvelado por The New York Times el 19 de junio es grave de por sí: un sistema de vigilancia cibernética adquirido por la PGR, Sedena, Segob y el Cisen es usado para espiar a ciudadanos que tienen un modo honesto de vivir.
La frase de Juan Pardinas: ‘somos los nuevos enemigos del Estado’ resulta extraordinariamente certera.
En vez de dedicar sus energías a fortalecer la inteligencia financiera para pegarles en los bolsillos a los grupos criminales, el gobierno apunta contra periodistas, activistas por los derechos humanos, investigadores, y cuadros dirigentes de organismos civiles que ponen al descubierto la participación de altísimos funcionarios en el ciclo corrupción-impunidad-más corrupción.
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