Jade tenía un año y ocho me ses cuando perdió a su madre y, una semana después, fue hallada sin vida y con signos de violencia sexual en Ciudad Juárez. Diez años después, en la misma ciudad, presenció cómo su abuela Norma Andrade recibía cinco balazos, los cuales no fueron letales.
“Los más descuidados en esta lucha que ya tiene años son los hijos de las jóvenes asesinadas y desaparecidas, de los jóvenes porque también ellos tenían familias ¿y quién ve por ellos, el Gobierno? No” reprochó Norma Andrade en el Foro sobre Salud Mental e Intervenciones Psicosocia les en Contextos de Violencia.
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