Bajo la lupa, La edición de hoy — junio 2, 2017 at 7:20 am

La agonía del Sistema Anticorrupción | Darío Ramírez en Sin Embargo

¡Ahí está el detalle!

Foto | CUARTOSCURO.COM

Hay señales de preocupación las cuales identifican que los actores políticos no quieren que el Sistema Nacional Anticorrupción (SNA) nazca para el cometido que señala la Constitución: erradicar la corrupción de México. La facilidad de palabra de los políticos para condenar la corrupción no se refleja en la voluntad política para crear las instituciones necesarias con las herramientas necesarias para hacer frente a la corrupción con un principio de igualdad ante la ley.

Durante las negociaciones de las leyes anticorrupción la sociedad civil peleó mucho la figura de un fiscal con dientes. Digamos que es una figura que le daría confianza a la ciudadanía que el SNA iba en serio contra corruptos. Resultaba ser una figura innovadora. En el ideal sería el motor institucional para cambiar las cosas si elegíamos a una persona con una trayectoria intachable y con alta credibilidad. Sin embargo, ha sido el Senado quien ha dado un mensaje de poca voluntad política y ha decidido postergar su nombramiento indefinidamente.

Entonces, ¿Qué tenemos actualmente?: Un Sistema Nacional Anticorrupción sin dinero para operar ni un fiscal anticorrupción para perseguir los delitos de corrupción. Además, la ausencia más notoria en el parlamente y en todas las bancadas de los partidos es la voluntad política. Todos hablan, todos condenan, pero claramente el poder político quiere iniciar con un SNA moribundo, débil y sin dientes. Dirán que es un gran paso lo que estamos haciendo al tener un sistema anticorrupción, pero lo cierto es que parece que es más una sofisticada simulación de que las cosas pueden cambiar. Si estoy equivocado –ojalá- entonces que me responda ¿por qué no hay lana, voluntad ni fiscal anticorrupción?

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