* La investigación de su muerte se realizó con graves deficiencias y a cuatro años aún no ha sido esclarecida.
Ciudad de México, 30 de mayo de 2017. Karla Pontigo Lucciotto era una estudiante de nutrición de 22 años de San Luis Potosí, que fue encontrada la madrugada del 28 de octubre de 2012 con una herida en la pierna y desangrándose en un antro donde trabajaba los fines de semana. Después de una investigación defectuosa e insuficiente, la Procuraduría General de Justicia del Estado de San Luis Potosí concluyó que su muerte fue un accidente, a pesar de que presentaba varias heridas y golpes en diversas partes del cuerpo que no correspondían con la versión de un “supuesto” accidente, y además, que la autopsia realizada registró evidencia de una agresión sexual. El caso se encuentra hoy ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
A más de 4 años, la muerte violenta de Karla Pontigo aún no ha sido esclarecida. Por ello, en el marco de la campaña #VivanLasMujeres, Amnistía Internacional México y la Fundación para la Justicia y el Estado Democrático de Derecho (FJEDD) hicieron un enérgico llamado al Gobernador de San Luis Potosí a garantizar la verdad, justicia y reparación para la familia de Karla.
Las organizaciones subrayaron que, tras la muerte violenta de una mujer se debe tomar como una posible línea de investigación el hecho que haya sido víctima de violencia de género. Es crucial determinar si hubo o no razones de género como el posible móvil que explica la causa de la muerte y para confirmar o descartar el motivo de la muerte. “Si una investigación no se realiza con debida diligencia se niega a las víctimas y a sus familiares el acceso a la justicia, lo que se traduce en una falta de esclarecimiento de las muertes e impunidad para los responsables, de ahí la importancia de abrir otras líneas de investigación en este caso” afirmó Tania Reneaum, Directora Ejecutiva de Amnistía Internacional México.
La investigación de la muerte de Karla Pontigo se realizó con graves deficiencias, entre las que se encuentran una autopsia mal practicada, el irregular tratamiento de la escena del crimen, la falta de medidas para proteger, examinar o conservar el lugar de los hechos, y que no se describieron, recopilaron y procesaron adecuadamente las pruebas, sumadas a la nula cadena de custodia en el manejo de pruebas críticas. Estas deficiencias han sido incluso reconocidas por la CNDH en la recomendación 55/2015 y aceptadas por las autoridades estatales, aunque hasta ahora su cumplimiento ha quedado como promesas en el papel.
En la lucha contra la impunidad la madre y hermanos de Karla Pontigo han enfrentado diversos obstáculos entre ellos la falta de información sobre los avances en la investigación, acceso al expediente, maltrato y revictimización por parte de los funcionarios estatales y les han negado la posibilidad de ejercer sus derechos como víctimas a participar activamente en la investigación.
“Es crucial abrir nuevas líneas de investigación en el caso para asegurar que la muerte violenta de Karla no quede impune, y e dar cumplimiento de la recomendación de la CNDH, particularmente garantizar que todos aquellos servidores públicos que por acción y omisión hayan obstaculizado el acceso a la justicia o realizado un uso inadecuado de las pruebas forenses sean llevados ante la justicia y se repare integralmente el daño causado”, finalizó Reneaum. El caso de Karla Pontigo es analizado actualmente por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que decidirá si la investigación y el trato judicial del caso cumplieron con la obligación de investigar diligentemente y respetar los derechos de la familia como víctimas.