* La propuesta, que no modifica el trazo actual de la autopista Toluca-Naucalpan, se basa en unir la comunidad y la montaña mediante túneles y puentes.
Ciudad de México, 18 de mayo de 2017. Tras 10 años de lucha pacífica por la defensa de su territorio, la comunidad de San Francisco Xochicuautla en Lerma, Estado de México, sigue defendiendo el Gran Bosque Otomi-Mexica, donde se encuentra enclavada su comunidad. Debido al férreo intento del Estado de México y de la empresa Autopistas Vanguardia (filial de la Constructora Teya del Grupo Higa) de construir la autopista Toluca-Naucalpan que dividiría la comunidad de Xochicuautla, proponen que se realice una obra que permita a la población continuar su relación con el bosque y su cultura. Defienden que la propuesta minimizaría la afección a bosques, fauna, lugares sagrados y cultura del pueblo otomí.
Después de reiterar el no a la autopista “depredadora” impuesta, por formar parte de un “modelo de desarrollo” que no comparte la comunidad de Xochicuautla, en una rueda de prensa realizada en la mañana del jueves declararon que aceptarían su construcción “únicamente con las modificaciones técnicas”; éstas se componen de un entramado de 4 puentes y 4 túneles que permitirían el “cruce humano y de fauna, así como de las fuentes de agua de la comunidad”.
En la rueda de prensa participaron José Luiz Fernández y Armando García, miembros de la comunidad de San Francisco Xochicuautla, Alberto Solís Castro, de Serapaz y Olga Guzmán Vergara, de CMDPH. También intervino Hugo Briseño García, asesor técnico de la comunidad, quien defendió que la propuesta de modificación de obra del kilómetro 14 al 18 no modificaría el trazo de la obra actual, pero sí sería un cambio, puesto que la obra se realizaría desde la «conciencia social» y con respeto al medioambiente, así como «teniendo en cuenta la relación de la comunidad con su territorio».
Los miembros de la comunidad relataron que han sido blanco de intimidaciones, hostigamientos, persecuciones y encarcelamientos para obligarlos a aceptar la construcción de la autopista frente a su lucha pacífica. Durante los diez años de protesta se han realizado 22 encarcelamientos por defender los bosques y lugares sagrados y añaden que las “violaciones a derechos humanos e indígenas, así como ilegalidades del proceso han sido ampliamente documentados por su Consejo Supremo Indígena”.
José Luis Fernández, vocero de la comunidad, declaró que “no queremos que nuestro territorio quede confinado en la comunidad” por lo que avalan “un proyecto alternativo de ingeniería ambiental –probado en otros países- basado en túneles y puentes”.
El Consejo Supremo Indígena de San Francisco Xochicuautla dejó claro que entienden que el medio ambiente no es una mercancía, sino un bien común de todas y todos por lo que “el desarrollo no debería atentar contra la vida, sino debería alentar la vida misma”. Por lo que apoyó la propuesta “que respeta el movimiento humano y de fauna, en lugar de cortar el paso”.
Miembros de la resistencia de San Francisco Xochicuautla exhortaron a los gobiernos, a tomadores de decisiones, y a candidatos y candidatas del Estado de México, a aceptar y desarrollar la propuesta emanada por esta digna comunidad otomí hñätho.