De acuerdo con el Código Penal Federal, un homicidio doloso es aquel que prevé, quiere o acepta la privación de la vida de otra persona. Se trata de un acto cuyo autor tiene la intención o, al menos, asume el riesgo de provocar la muerte de otra persona. Comúnmente, para medir el grado de violencia criminal que afecta a alguna región particular, se analiza el número de homicidios dolosos. Así, el Programa Nacional de Seguridad Pública 2014-2018 del gobierno federal califica a los homicidios dolosos, junto con el secuestro y la extorsión, como “delitos de alto impacto” porque son los “que más afectan a la sociedad y que implican altos niveles de violencia” (DOF, 30/04/2014).
En conclusión, en el estudio Cada Víctima Cuenta planteamos un modelo estadístico para saber en qué estados sería conveniente llevar a cabo una revisión de los datos de homicidios culposos y dolosos publicados en el SESNSP. Argumentamos que los homicidios dolosos y culposos son independientes entre sí debido a que son actos de distinta naturaleza: los primeros se refieren a actos intencionales y los segundos a actos no intencionales. Por lo tanto, se señala que las relaciones positivas entre los homicidios culposos y dolosos pudieran sugerir algún grado de manipulación en los datos en una entidad en particular. Se observó que en el Estado de México y en Veracruz existe una relación entre ambos tipos de delitos que pudiera indicar algún grado de manipulación de los datos desde 2001 hasta 2016.
Cabe aclarar que no se puede asegurar la existencia de manipulación en estos estados, así como tampoco se puede asegurar que no hay manipulación en el resto de las entidades. Sin embargo, los resultados de este modelo pueden dar pauta para focalizar las evaluaciones a la calidad de la información sobre homicidios que las procuradurías estatales publican en el SESNSP.
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