Los pobladores de San Pablito identificaron en seguida a las camionetas que venían a la zona para hacer mediciones para poder enterrar tubos de 36 pulgadas (casi un metro) de diámetro: un gasoducto de 260 kilómetros que se extiende por tres estados, 22 municipios y la Región Terrestre Prioritaria del Bosque Mesófilo de Montaña, donde está San Pablito.
Expertos y otomíes señalan que la Sierra Norte, en Puebla, santuario sagrado y un ecosistema donde habita el 10 % de la flora y fauna de México, está en peligro por la instalación del gasoducto. El megaproyecto está en manos de TransCanada, la compañía detrás del polémico oleoducto Keystone XL en Estados Unidos
La comunidad señala que este megaproyecto de la empresa TransCanada amenaza los lugares sagrados del pueblo otomí, pero también los mantos freáticos, la captación de agua del subsuelo y por consiguiente la recuperación de las fuentes de agua. Eso se une a las denuncias de violaciones a los Derechos Humanos reportados por los pueblos indígenas, que atrajeron la atención de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en México, quien realizó una misión de observación en febrero.
*Información y vídeo de LadoB.