El asesinanto del defensor de derechos humanos Ernesto Rábago Martínez sigue impune. Él se dedicó a la defensa del territorio ancestral rarámuri desde la organización Bowerasa, al lado de su compañera Estela Ángeles Mondrágon, quien continua dirigiendo la organización.
A siete años del crimen, desde Bowerasa afirmaron que “la comunidad indígena de Baquéachi está determinada a seguir defendiendo, con estricto apego a la ley, la integridad de su territorio. Aún queda mucho camino para lograr el respeto a la integridad de su territorio, el cumplimento y la conservación de sus normas internas, de sus usos y costumbres”.
Actualmente, Estela Ángeles Mondragón y algunos integrantes de las comunidades que ella representa han sido amenazados y agredidos en varias ocasiones por su tenaz defensa del territorio en el estado de Chihuahua, por lo que a Mondragón le han sido otorgadas medidas cautelares de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y se le ha incorporado al Mecanismo Nacional de Protección a Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas.
*Con información e imagen de Cedehm.