El actual debate en el Congreso sólo busca regular las tareas de los militares, pero deja fuera planteamientos esenciales para la construcción de paz a largo plazo: capacitación y fortalecimiento de policías municipales, estatales y federales, mayor vigilancia y mayores sanciones ante la violación de Derechos Humanos, perfeccionamiento de herramientas, capacidades y procesos para perseguir el lavado de dinero y la corrupción asociada con crimen organizado, apertura de un debate basado en evidencia sobre la política de drogas con una perspectiva de salud pública y reducción de daños, inversión en la generación de empleos dignos (mejores salarios y prestaciones), entre otros.
En los últimos 10 años, la atención a estos temas ha sido escasa y el avance muy lento. Las tres iniciativas discutidas coinciden en que la intervención de las Fuerzas Armadas debe ser limitada (PAN y PRI no fijan plazos específicos, mientras el PRD menciona un plazo de un año, con posibilidad de extensión), pero ninguna plantea una ruta crítica para lograr el eventual y necesario regreso de los militares a los cuarteles.
*Lea el artículo completo en Animal Político.