Imagina recibir un mensaje SMS en tu celular, “se acaba de accidentar su hija, está muy grave, espero venga, le paso los datos donde está internada…”. Enseguida, un enlace. No para mostrar la dirección de un hospital sino abrir enteramente la puerta hacia toda la información que hay en tu teléfono móvil, y también, afectarte emocionalmente.
Eso fue lo que vivieron el Dr. Simón Barquera, investigador del Instituto Nacional de Salud Pública; Alejandro Calvillo, director de la organización El Poder del Consumidor, y Luis Encarnación, de la coalición Contrapeso de acuerdo a lo publicado por New York Times. Entre julio y agosto del 2016, cada uno recibió una serie de mensajes vía SMS con la intención de infiltrar sus dispositivos móviles con un programa malicioso, llamado Pegasus, creado por la empresa israelí NSO Group.
El gobierno es la única instancia que tiene la capacidad de comprar programas de espionaje de acuerdo a la información que proveen NSO Group y Hacking Team. Un programa malicioso como Pegasus cuesta medio millón de dólares. Las acciones de intromisión a la privacidad de los activistas por el derecho a la salud, sugiere que su trabajo no es una amenaza al Estado sino a los intereses privados. Demuestra que el gobierno mexicano ejerce total discrecionalidad para intervenir los teléfonos de las personas sin que existan instancias que regulen esta actividad.
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