Este día, por fin, la Procuraduría General de la República se disculpará, por orden judicial, ante las tres mujeres indígenas ñañús Jacinta Francisco Marcial, Alberta Alcántara Juan y Teresa González Cornelio. Están por cumplirse 11 años de la violenta incursión de policías federales contra locatarios del mercado de la comunidad de Santiago Mexquititlán, perteneciente al municipio de Amealco de Bonfil, Querétaro. Su motivo
fue la búsqueda de mercancías piratas
. En su momento se relataron las características del operativo, sin orden judicial y las negociaciones para el regreso de las mercancías sustraídas.
Lo que fue y sigue siendo inverosímil es que las tres indígenas fueron sujetas a proceso, sin pruebas y plagado de irregularidades, bajo la acusación de haber secuestrado a seis policías de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI). Dos años después de su detención ocurrida el 3 de agosto de 2006, ya en 2008, fueron sentenciadas, en procesos distintos, a 21 años de prisión y el pago de una multa. Este caso fue asumido por el Centro Pro de Derechos Humanos, a partir de la sentencia, el cual desplegó junto a la defensa jurídica una campaña de medios y ante otros organismos de derechos humanos. De manera destacada Amnistía Internacional asumió a Jacinta como presa de conciencia.
Por cierto, los seis policías presuntamente secuestrados por las tres mujeres indígenas ñañús ¿cometieron con su falsa acusación, en esa lógica, sólo faltas administrativas? Jacinta, Alberta y Teresa merecen una reivindicación de inocencia, por ella han luchado con la dignidad que no les quitó la injusta prisión. Me pregunto: ¿qué opinan en la comunidad de Santiago Mexquititlán? ¿Qué piensan las mujeres en el resto de comunidades indígenas?
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