El pasado fin de semana se llevó a cabo la 18ª Asamblea en Defensa del Territorio y por la Vida en Cuetzalan, Puebla, donde participaron lakotas que están protagonizando la resistencia sioux más importante de los últimos 140 años contra el oleoducto en Standing Rock aprobado por el nuevo presidente de los Estados Unidos, Donald Trump.
La representante de los lakotas movilizados contra el oleoducto, Cheryl Angel, manifestó su solidaridad de con la resistencia de los indígenas nahuas, otomís y totonakus de la Sierra Norte de Puebla y llamó a afrontar el reto que representa la preservación de nuestro planeta. Angel invitó a mestizos y migrantes a sumarse a la defensa de la vida a través de la movilización, como la que están realizando los sioux contra la instalación del oleoducto Dakota Access Pipeline que atravesaría su territorio; “La lucha en defensa de la tierra y el agua debe unir a los pueblos indígenas y a quienes no lo son porque se trata de la batalla por la sobrevivencia” manifestó.
Tras la toma del poder, Donald Trump reinició el proyecto de la empresa Energy Transfer Partners: el 24 de enero firmó un memorándum ejecutivo para cancelar la elaboración del informe del impacto medioambiental y reiniciar la construcción lo antes posible. Más tarde medios como el Washington Post revelaron que Trump tuvo importantes participaciones hasta hace bien poco en la empresa ejecutora del proyecto y que también recibió donaciones por parte del director ejecutivo para financiar su campaña electoral.
La representante de la nación sioux comentó que mujeres y jóvenes son el pilar fundamental de la resistencia en la preservación de recursos naturales como los de Standing Rock, tras los que se sumaron activistas y veteranos de guerra. Ya se consiguió que el anterior presidente Barack Obama suspendiera la obra por los 10 meses de plantón frente al lago y mostraron su firme intención de volverlo a conseguir.