Dicen que la propuesta de ley de seguridad interior no incrementará sino reducirá el despliegue militar en tareas de seguridad pública. Dicen que, ahora sí, con un marco jurídico adecuado los tiempos de intervención militar estarán delimitados. Y mientras oímos eso fluye la evidencia empírica que demuestra, por un lado, la reversión de la depuración de las instituciones policiales estatales y municipales y, por el otro, el incremento exponencial de policías militares, ya formados en tareas precisamente de seguridad pública. Si los militares se irán de las tareas de seguridad pública, como defienden algunos promotores de esa ley, entonces por qué se les habilita cada vez más para las mismas.
Los hechos hablan más que las palabras. El reemplazo en curso de la policial civil por la militar no es una hipótesis. Aquí los datos.
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