* Reconoce el organismo la labor infatigable de las familias de las víctimas .
Ciudad de México, 30 de agosto de 2016. Con motivo del Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas, la Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH) reconoció y refrendó su solidaridad hacia las víctimas de desaparición y sus familiares, y recordó que el Estado tiene la obligación de poner en el corazón de sus esfuerzos la búsqueda efectiva de todas las personas desaparecidas con el objetivo de esclarecer su destino, garantizando la participación e inclusión de las familias y organizaciones.
“La magnitud y complejidad de esta problemática obliga a que las acciones de búsqueda adopten distintas metodologías y estrategias. Se necesita un enfoque diferencial para migrantes, mujeres, niñas y niños; priorizar la búsqueda con vida y atender tanto los casos más recientes como aquellos que ocurrieron desde los años sesenta”, sostuvo Jan Jarab, representante de la ONU-DH en México.
En el marco de la futura ley general sobre la desaparición de personas, la ONU-DH exhortó que sea aprobada a la brevedad e indicó que la actual discusión en el Congreso es una oportunidad para continuar el diálogo de las autoridades con las familias y crear una fuerte estructura institucional de búsqueda bajo coordinación de la Federación, con los recursos necesarios para su funcionamiento y en coadyuvancia para que las autoridades estatales asuman sus responsabilidades y garantizar labores de búsqueda independientes a las que se realizan para la investigación de la responsabilidad criminal.
Jan Jarab recordó que se requiere la implementación de mecanismos de rendición de cuentas para aquellos servidores públicos que por acción u omisión obstaculicen la búsqueda de las personas desaparecidas. En cuanto a los restos humanos encontrados, el funcionario de la ONU señaló que es esencial que el Estado adopte todas las medidas necesarias para que sean tratados con dignidad y respeto y sean analizados conforme a los más elevados estándares científicos, garantizando identificaciones veraces y confiables que permitan una restitución apropiada.
“Mientras las familias sigan sin encontrar a sus seres queridos, la incertidumbre y el dolor se acumulan. La ONU-DH reconoce a las agrupaciones de familiares de víctimas de desaparición, así como a las organizaciones de la sociedad civil e instituciones académicas que las acompañan su compromiso y persistencia en la búsqueda de sus seres queridos, de verdad y justicia, pese a enfrentarse a numerosos riesgos y obstáculos”, sostuvo Jan Jarab.
La ONU-DH también reconoció a aquellas autoridades federales que han realizado esfuerzos para conocer el paradero de algunas víctimas y destacó las experiencias positivas de trabajo conjunto de búsqueda entre autoridades y familias que se han impulsado a nivel local, particularmente en Nuevo León y Coahuila.
En el Registro Nacional de Personas no Localizadas y Desaparecidas se reconoce la existencia de un total de 24 mil 288 casos de desaparición en el fuero común y 794 en el fuero federal; organizaciones de familiares y de derechos humanos han señalado que no todas las familias denuncian y que no todos los casos denunciados están incluídos, por lo que la cifra sería mucho mayor.