*Denuncia la viuda que policías protegieron la huída de asesinos; revela que en enero le advirtieron que su marido no debía «meterse» con el fiscal y el gobernador de Veracruz.
Ciudad de México, 25 de julio de 2016. La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH) en México lamentó el asesinato del periodista Pedro Tamayo Rosas, ocurrido el pasado 20 de julio en Tierra Blanca, Veracruz, y llamó a las autoridades a realizar una investigación pronta, efectiva e imparcial de los hechos, que permita juzgar y sancionar a los responsables, así como reparar adecuadamente a los familiares de la víctima. Mientras tanto, la familia del reportero denunció que policías protegieron la huída de los asesinos.
Jan Jarab, Representante de la ONU-DH en México, expresó que «los asesinatos de periodistas no sólo lesionan a sus familiares y seres queridos, también lastiman al gremio por su efecto atemorizante, impactan negativamente en el derecho a la libertad de expresión y privan a la sociedad de su derecho a recibir información de interés público», y sostuvo que ningún ataque contra periodistas ni trabajadores de los medios de comunicación, incluyendo medios independientes, comunitarios o de cualquier otro tipo, debe quedar impune. «Toda agresión debe ser investigada de manera efectiva y exhaustiva sin descartar ninguna línea de investigación, particularmente aquella que pueda estar ligada a la labor periodística», apuntó. La Oficina saludó que la CNDH haya atraído el caso para su investigación.
La ONU resaltó que en los meses transcurridos de 2016, al menos ocho periodistas –tres de ellos ejercían el periodismo en Veracruz, tres en Oaxaca, uno en Guerrero y otro en Tabasco– y un colaborador de un medio de comunicación –en Michoacán– han sido asesinados, lo que se suma a los 107 periodistas asesinados entre enero de 2000 y diciembre de 2015 que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) ha registrado.
En enero de 2016, Tamayo fue objeto de amenazas de muerte, ante lo cual se refugió tanto en el norte del país como en el estado de Oaxaca. Su caso estaba en manos del mecanismo de protección a periodistas del estado de Veracruz. Ese mes, personas vestidas de negro y con botas tipo militar le dijeron a su esposa: Dígale a su marido que le baje de huevos y que ya no se meta con el gobernador y el fiscal.
La familia del reportero narró en distintas entrevistas que la policía municipal no hizo nada por detener a los homicidas de su esposo y que incluso le cerraron el paso al hijo del comunicador, que pretendía darles alcance.
El sábado se anunció que la Procuraduría General de la República (PGR) participará en la investigación del homicidio del periodista. La fiscalía Especializada para la Atención de Delitos contra la Libertad de Expresión trabajará de manera conjunta con la Físcalía de Justicia del estado de Veracruz y para ello inició una carpeta de investigación y envió personal ministerial y pericial a esta entidad para participar en las diligencias.