El gobierno federal parece estar empeñado en acabar con muchos ejidos y comunidades indígenas de la selva maya, y con la selva misma. Con la autorización de permisos para la siembra de cultivos transgénicos bajo esquemas de agricultura industrial intensiva (‘agricultura por contrato’) que propicia la deforestación, degrada los suelos y ocasiona severos daños ambientales, se pone en eminente peligro el sustento de miles de familias de escasos recursos que dependen de la producción sustentable de productos del bosque, tales como madera, resinas, guano, pimienta, carbón, miel y otros productos derivados del bosque.
Es el caso del permiso otorgado por el gobierno federal a Monsanto en 2012 y defendido desde entonces por la Sagarpa para la siembra de soya transgénica en 253 mil 500 hectáreas en varios estados del país, avalado y promovido por la Semarnat y la Sagarpa en contra de las comunidades. La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) suspendió esa autorización de siembra en noviembre de 2015, luego de una inconformidad manifiesta por parte de las comunidades indígenas, y ordenó la realización de una consulta a las comunidades indígenas de la región sobre la siembra de soya transgénica.
Mientras se siguen imponiendo trabas al manejo forestal sustentable y se siguen promoviendo tecnologías y modelos agropecuarios que dañan al bosque y perjudican a las comunidades, el presidente Enrique Peña se apresta a encabezar este jueves 14 de julio, una fastuosa ceremonia para premiar al ‘mérito forestal’. (Noticias Aristegui)