El faro de la maqueta de Gabriel Macotela, en la que un tren de juguete da vueltas alrededor de edificios sombríos, simboliza estas ciudades terribles adonde los migrantes van a vivir, trabajar, ser mal pagados y maltratados, aparte de todo. Bueno, es lo único que les queda. Y, gracias a las remesas de dinero México subsiste. Es un coraje que tenemos, más ahorita
.
Además, cuando los migrantes centroamericanos llegan al país, también se les maltrata, se les mata. Hemos llegado a un problema de deshumanización y criminalidad terribles, de un país injusto y fallido, y el Estado tiene mucho la culpa. Es increíble que nos echa la culpa a los ciudadanos como si el Estado fuera uno que funcionara. No hay justicia, hay mucha impunidad. Van a haber recortes en educación y salud, o sea, es una debacle esto. Una de las funciones del arte, aparte de otras, es enseñar lo que pasa, la realidad
. (La Jornada)