Ha sido una espera de 21 meses de agonía e incertidumbre. Casi dos años de no tener noticia alguna de sus hijos. Interminables semanas en las que la única respuesta de la autoridad han sido reuniones y más reuniones. Esa es la realidad de los familiares de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos entre el 26 y 27 de septiembre de 2014.
Ayer se conmemoró un mes más de los hechos ocurridos en Iguala, Guerrero, que también dejaron a seis personas asesinadas, tres de ellos estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa. Veintiún meses en los que no ha habido justicia ni verdad. Miles de personas marcharon del antimonumento a los 43 a la sede de la Procuraduría General de la República (PGR), en la denominada Jornada Global por Ayotzinapa, México, y por la Defensa de la Educación Pública.
Acompañados por miles de maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) –que se solidarizaron con los padres de familia–, integrantes de otras organizaciones sociales y sindicales, y alumnos universitarios, frente a la Procuraduría General de la República (PGR) demandaron la presentación con vida de los jóvenes desaparecidos, justicia por esos hechos y sanción a los responsables (Información de La Jornada/ Imagen de Rexiste)