En los últimos dos meses su carga de trabajo se había incrementado de manera considerable. Desde su cargo de proyectista del Tribunal Electoral de Veracruz (TEEV), donde asistía a magistrados a emitir sus fallos sobre controversias electorales, vislumbró los problemas electorales de Veracruz en 2013.
Tras los comicios de julio, la entidad reportó más impugnaciones que ninguna otra en el país. Y la carga de trabajo elevaba las horas dentro de la oficina. Quizás conscientes de esto, la madrugada del 15 de agosto, tres sujetos desconocidos lo esperaron afuera de su casa, ubicada en la colonia Buenavista, de Xalapa, capital del estado.
Apenas bajó de su vehículo, un Chevorlet Malibu 2008, dos hombres se le acercaron y después de un forcejeo Rafael Espinosa Gutiérrez fue subido de nuevo al auto, en el asiento de copiloto. Atrás, un carro apuntaba la escena con fanales, luces que se usan en caso de escasa visibilidad. También muy cerca, pero dentro de la casa, Claudia Ruíz, esposa de Espinosa Gutiérrez, observaba por una ventana hasta que fue descubierta por la tercera persona que participó en la operación. Una mujer, quien al verla chifló para alertar a sus compañeros y la obligó a esconderse. En minutos todo terminó. Los tres sujetos partieron llevándose a su marido con rumbo desconocido. (Sin Embargo)