En el panteón de Tetelcingo, en el estado de Morelos, comenzó el lunes la exhumación de más de cien cuerpos en las fosas.
El caso comenzó con Oliver Wenceslao Navarrete Hernández, quien era comerciante y habitante del municipio de Cuautla, Morelos, él fue privado de su libertad por un grupo de siete hombres armados el 24 de mayo de 2014.
Días más tarde su cadáver fue encontrado en una barranca de la región, de donde fue sacado y llevado a las instalaciones del Servicio Médico Forense del estado después. A pesar de haber sido reconocido por su madre, el cuerpo fue sepultado en una fosa común, con el resto de los cadáveres que ahora son exhumados.
En la parte final de la entrevista, Amalia Hernández, tía de Oliver Wenceslao Navarrete Hernández, indicó que “lo que hemos vivido es aberrante, vergonzoso, fuimos a la institución encargada de impartir justicia, tal pareciera que fue la encargada de burlarse de todos nuestros esfuerzos”. (Aristegui Noticias)