A pesar de que Mario Vergara habla despacio y con una entonación solemne, como si todo el tiempo estuviera recitando salmos de una Biblia, las palabras que salen de su boca golpean con la violencia de un púgil peso pesado.
“En Veracruz lo que está pasando es un genocidio –sentencia mientras niega con la cabeza y frunce el ceño-. Nosotros sólo pudimos buscar fosas en un pedacito muy pequeño de terreno. Pero mucha gente ya nos ha pedido que regresemos para buscar en más lugares, porque en todo el estado hay muchísimos cuerpos regados”.
“Lo nuestro no es sacar huesos del fondo de la tierra, sino sacar la verdad. Y por eso buscamos a esas personas que están ahí enterradas. Porque en México nos hemos dedicado a desaparecer a los desaparecidos”, subraya Trujillo, quien desde el año 2008 busca a cuatro hermanos desaparecidos, un primo, un sobrino, y cinco compañeros de trabajo. (Animal Político)