Valentina Rosendo Cantú se siente orgullosa de ser quien es: una mujer indígena de la etnia me’phaa que puso en evidencia al Estado mexicano.
Cuando tenía 17 años y no hablaba español, soldados adscritos al 41 batallón de infantería, instalados en su comunidad de Caxitepec ubicada en Acarepec, región de la Montaña, la atacaron sexualmente frente a su hija Yeni, de tres meses.
Han pasado 13 años de aquel 16 de febrero. Las huellas de ese episodio, que considera horrible, prevalecerán toda su vida, pero su lucha ha valido la pena. Valentina no quiere un caso más como el suyo. Se transformó para las mujeres, por su hija. No quiere una historia más como la de ella.
Con el apoyo de organizaciones como el Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, Vale logró llegar hasta la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y a través de la sentencia del organismo internacional, lograr disculpas públicas por parte del Estado, que en diciembre de 2011, durante el gobierno de Felipe Calderón, aceptó que sus soldados la mancillaron. (El Universal)